Visitamos a Benito Pereira Domínguez en su casa de Lantemil en Entrimo, es psicólogo y pionero en la relación y sistematización de la historia de Entrimo.
Sabemos que Vd. como escritor tiene publicadas dos novelas pero además cuenta como investigador con varios libros de historia y antropología de los territorios de la Baixa Limia. ¿Con qué faceta se siente más satisfecho, como escritor de novelas o de ensayos históricos?
Desde luego con mis libros de historia como investigador, el tema de la novela es un pasatiempo mas bien lúdico. Los libros de historia local exigen una dedicación e investigación muy exhaustiva, se tardan en confeccionar muchos años, visitar muchos archivos, documentos, bibliotecas. Requieren un arduo trabajo previo pero es lo que más me gusta.
Sus primeros libros sobre Entrimo y Lobios fueron una referencia de la historia local, de relacionar sus costumbres y lugares, como recuerda esos trabajos.
Esos libros los escribí muy joven, y tienen muchas carencias. Sin embargo los recuerdo con cariño, aunque posteriormente he investigado mucho, incluso he completado he investigado suficiente para escribir una auténtica antología de la historia local. Estoy preparando en estos últimos años un nuevo libro de historia sobre Entrimo. Dispongo de abundante documentación, pero nunca sabes cuando va a ver la luz, pues aunque llevo más de tres años trabajando en él todavía queda mucho.
En sus investigaciones sobre el valle del Limia cual es la dificultad principal y cuales son sus principales fuentes.
Cuando escribí el libro sobre el Conde de Villandrando, recopilé mucha documentación sobre la zona. Tuve que viajar a Francia y obtener el carnet de investigador en Francia y visitar la documentación en Paris. También dispone de mucha documentación sobre la zona la Duquesa de Alba. He visitado sus archivos para obtener muchos datos sobre estas tierras. Tiene mucha información el archivo de Simancas. Y agradezco especialmente la atención del profesor Calderón Ortega, profesor de historia medieval de la Universidad de Alcalá en Madrid y archivero de la casa de Alba. Lo cierto es que todo está muy disperso y documentarse es muy complicado.