Han pasado miles de años para que esto ocurriera, tanto tiempo que sus cuerpos volatilizados han desaparecido.
Nadie va allí, ni siquiera saben donde están, algunos han oído hablar de ella
Solo el cabrero la conoce.
Escondidas entre la maleza apenas se pueden ver algunas urnas de piedra.
No parece un lugar adecuado para acercarse a visitar, solo en su presencia, la introspección puede darle la importancia que merecen.
Quizás es mejor que permanezcan así, lejos de los que les sucedieron.
Son un punto de partida que sirven para tener una perspectiva de lo que ha ocurrido en los últimos miles de años.
Un hombre fue por allí, iba con la curiosidad de alguien que observa. Tardó en encontrar algo que no fuesen simples grupos de rocas aparentemente amorfas. Llegó al lugar y se descubrió ante una peña hueca, podía haber sido un sarcófago, estuvo largo rato observándola, no le decía nada. Decidió hacer una marca y volver por la noche.
Espero a una noche oscura, solitaria sin miradas indiscretas que lo observasen ni siquiera la imprudente luna que celosa llenase el firmamento de luminosidad.
A pesar de las marcas que dejara le costó encontrar aquella roca que había atraído su atención. Entonces se tendió dentro, desde allí vio las estrellas mucho más cercanas, se encontró proyectado al cielo como si estuviese navegando entre los astros. (F D-L)
Cuidado no se quede dentro, atrapado por los planetas, cuidado.
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